¿Practicar deporte? Sí, pero con seguridad
En los últimos años ha aumentado notablemente la práctica deportiva. Este hecho, que en sí mismo es una buena noticia, se ve eclipsado por la creciente afición a los deportes de resistencia: maratón, triatlón, iron man, que en ocasiones se practican con una preparación escasa y con una deficiente seguridad.
Personas de diferentes edades se lanzan a recorrer largas distancias y a realizar esfuerzos por los que se encuentran escasamente preparados, sin realizar en la mayoría de casos revisiones cardiològiques que podrían proporcionarles un margen razonable de seguridad.
Por desgracia, los medios hacen periódicamente eco de diferentes eventos más o menos graves, que tienen lugar durante la práctica deportiva y en determinados casos, podrían haberse evitado.
La mayoría de cardiopatías que pueden implicar un riesgo vital a los deportistas y a la población en general, pueden detectarse mediante exploración física cardiològica, electrocardiograma y ecografía cardiaca.En concreto el ecocardiograma-doppler permite comprobar el tamaño del corazón, su fuerza de contracción, el estado de sus válvulas y los flujos sanguíneos a su interior. Un ecocardiograma normal permite descartar múltiples afectaciones cardíacas que pueden suponer un riesgo vital cuando realizamos un esfuerzo.
Así la cardiomiopatía hipertròfica obstructiva, la displasia arritmogénica del ventrículo derecho, el síndrome de Brugada o el síndrome de Wolff-Parkinson-White, entre otros, son cardiopatías que se sospechan y, en la mayoría de casos se diagnostican, mediante técnicas cardiològiques sencillas que realizamos desde hace años a la Clínica Salus.
Por lo tanto, ¿deporte? Sí, sin duda. ¿Carreras de fondos?, sin ningún problema. Pero todo esto con una condición: no arriesgar en nuestra práctica deportiva el bien más preciado del que disponemos, nuestra propia vida.