Marcapasos
El latido del corazón nos acompaña durante toda nuestra existencia. Para que nuestro corazón pueda realizar su función de contracción y relajación es necesario, además de tener una fuerza conservada, que haya un estímulo eléctrico que recorra todas las células cardíacas en cada ciclo cardíaco.
Para que esto pase se tiene que crear un pequeño estímulo eléctrico, que nace en unas células especiales que constituyen el marcapasos natural de nuestro corazón y que se denomina nódulo sinusal.
Desde este nódulo los estímulos eléctricos se transmiten por unas vías predeterminadas que forman el llamado tejido de conducción. De su buen funcionamiento depende la estabilidad eléctrica del corazón.
Con los años y también debido a ciertas enfermedades, el tejido de conducción puede sufrir un proceso de degeneración y esta función puede resultar alterada, es cuando se producen los llamados bloqueos.
Los bloqueos cardíacos, cuando son considerables y provocan retraso del corazón, pueden causar desmayos y dificultad respiratoria y obligando, a menudo, a la colocación de marcapasos.
Los marcapasos son dispositivos que actúan exclusivamente en caso de que el corazón lleve un cierto periodo de tiempo sin latir debido a la carencia de estímulo eléctrico. En esta situación, el dispositivo provoca el estímulo eléctrico necesario para garantizar el latido cardíaco y asegura que la frecuencia cardíaca nunca será menor al límite programado al dispositivo.
Desde que en 1958 se implantó el primer marcapasos, tal como se conocen hoy en día, han sufrido una evolución considerable, sobre todo en los últimos años. Disponemos de marcapasos para la bradicardia, como se ha explicado antes, para la taquicardia y la muerte repentina, de actualidad por la muerte de deportistas conocidos, son denominados DAIs (desfibriladores implantables) y los que tratan la insuficiencia cardíaca avanzada, denominados normalmente tricamerales y científicamente de resincronización cardíaca, los cuales nos dan actualmente unas posibilidades de tratamiento inimaginables hace unos años. Recientemente se ha implantado, por primera vez a su historia, el primer marcapasos a la clínica Salus Infirmorum sin ninguna complicación. La existencia de profesionales de cirugía vascular y cardiología garantizan el éxito de esta nueva actividad. Aun así, la apertura de esta nueva línea asistencial sigue la trayectoria actual de la clínica, que pretende modernizar y mejorar las prestaciones, con el objetivo de garantizar la mejor asistencia a los pacientes del Pla de l'Estany.