“El deporte de alto rendimiento supera los límites del diseño del cuerpo humano y precisa adaptación”

¿Por qué decidió dedicarse a la medicina?

Cuando era pequeño, me gustó mucho la manera de ser de mi médico de cabecera por todo aquello que aportaba a la sociedad y, en paralelo, veía series en la televisión como ‘A Corazón Abierto’ que, la verdad, me marcó mucho...

¿Y por qué Traumatología?

Mi padre era lampista y trabajaba con las manos. Seguramente el factor hereditario motivó mi gusto por una especialidad médica que combinaba una habilidad manual con la necesidad de razonar para llegar a una conclusión.

¿Cuál es su deporte?

De pequeñito nadaba para el Club Natació Terrassa y en la escuela practicaba baloncesto; tiempo después hice montañismo, esquí, escalada... Pero lo dejé todo porqué yo era músico. Tocaba la trompeta e hicimos giras con las coplas Principal de Terrassa, la Ciutat de Terrassa y la Cobla Mediterrània. Ahora practico deporte de forma individual para mantener mi condición física y mental.

La natación, el waterpolo y el remo son deportes exigentes con la columna vertebral, ¿verdad?

Sí, pero yo los separaría. Una cosa es estar dentro del agua y una bien diferente es estar encima. Son deportes complejos porque se necesita una buena coordinación entre el tren inferior y el tren superior, y la columna se dobla y se tuerce constantemente. Existen muchas patologías asociadas de espalda, de rodillas, de pies, de cuello... En la natación, repetir muchas veces un movimiento erróneo acaba provocando una lesión. Por ejemplo, una fisura por estrés de la columna lumbar. El remo es otra historia porque los mecanismos de repetición son diferentes y los entrenamientos mejorados han servido para proteger más la espalda. La patología más característica se suele concentrar en los discos altos de la columna.

Los deportistas de élite tienen que ir con mucho cuidado...

Siempre les digo a estos deportistas que el cuerpo humano necesita actividad para tener una buena condición física, pero el deporte de alto rendimiento ultra especializado supera los límites del diseño del cuerpo humano, que no está preparado para tanta exigencia y a veces aparece la fatiga. Se necesita adaptación y, a pesar de todo, no todo el mundo es capaz de llegar. El alto rendimiento tiene consecuencias porque estamos utilizando unas estructuras que no están diseñadas para dicha finalidad. Uno de los requisitos indispensables es cuidarse mucho: dormir bien, comer bien, disponer de un programa de entrenamiento adecuado...

¿Qué patología que afecte la columna vertebral es la más habitual?

La patología de columna lumbar, es decir, en medio de la zona torácica y la pelvis. Y me refiero a los deportistas en general, practiquen la modalidad que practiquen. En concreto, los remeros padecen más dolor en los discos de la zona próxima a la columna torácica, y los nadadores y los waterpolistas, más hacia la zona pelviana.

¿Cuándo debe de acudir un deportista de alta competición a un traumatólogo?

En primer lugar, hay que decir que un deportista de primer nivel siempre sufrirá molestias en alguna parte de su cuerpo. Siempre. Esta es la norma. ¿Cuándo debe de acudir a un traumatólogo? Cuando tenga un dolor irradiado que parezca que desciende hacia las piernas, un dolor persistente que le despierta por la noche y que enseguida identifica como diferente a una sobrecarga. En resumen: cuando el patrón de la molestia que padece habitualmente haya cambiado y ello le preocupe.

¿La cirugía es la última esperanza?

Dependiendo del caso, se trata de una medida rápida, segura y eficaz, y la técnica quirúrgica suele ser poco invasiva, aunque no hace milagros. Hay que valorar siempre el riesgo-beneficio. Con un perfil de deportista joven, fuerte y vital, se puede llegar a la cirugía con el objetivo de reincorporarlo a su vida deportiva, juntamente con la aplicación de un programa adecuado de recuperación funcional. Pero a veces la cirugía únicamente corrige una molestia para regresar a la vida cotidiana. Para conseguir el cien por cien de éxito deberíamos de tener un recambio de piezas… y no lo tenemos nunca.